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jueves, 31 de enero de 2013

Día Nacional de la Juventud


Día Nacional de la Juventud

La resolución 54/120 de la Asamblea General de las Nacionales Unidas del 17 de diciembre de 1999 aprobó por recomendación de la Conferencia Mundial de Ministros de Asuntos de la Juventud, celebrada en Portugal en Agosto del 1998, que el 12 de Agosto fuera declarado el Día Internacional de la Juventud. Ya unos años antes en República Dominicana la Ley No. 20-93 había declarado el 31 de Enero de cada año el Día Nacional de la Juventud, que coincide con la celebración del día de San Juan Bosco, quien es llamado Padre y Maestro de la Juventud, por su importante labor que éste hacía con los jóvenes de las calles de Italia.

Conjuntamente a la promulgación de la ley se estableció el Premio Nacional de la Juventud, que es el reconocimiento que hace el Estado a través del Ministerio de la Juventud a jóvenes comprendidos entre 15 a 35 años de distintos puntos de país sin importar su nivel socio-económico, político o religioso, que tiene como objetivo resaltar sus respectivos trabajos en los campos del deporte, servicios sociales voluntarios, desarrollo cultural, liderazgo religioso, político, profesional, desarrollo empresarial, contribución a la comunidad campesina, bienestar social y merito estudiantil.

En nuestro país un alto porcentaje de la población lo constituyen los jóvenes, pero este porcentaje no garantiza de manera automática una cuota en la participación en las instituciones establecidas en el país; por el contrario debe ser un estímulo a trabajar para que esta participación sea comprendida y mejor aún superada, poniendo ejemplos de que la juventud dominicana si puede.

Muchos son los desafíos que preocupan a los jóvenes como son la educación, la falta de empleos, la recreación sana, el deporte y la cultura, que por la indiferencia de nuestros líderes no hacen lo necesario para que el desarrollo pleno llegue, y esto trae como consecuencia que muchos caigan en la delincuencia, el alcoholismo y la drogadicción.

Algunos son los políticos, empresarios y demás líderes que solo en sus discursos mencionan e importantizan a la juventud, pero cuando hay que poner en la práctica sus enunciados que hacen, se hacen de la vista gorda. Pero a pesar de esto y de los desafíos que puedan presentarse, me siento seguro que las nuevas generaciones a través de la preparación, la dedicación al trabajo y los deseos de superación podrán combatir todos los obstáculos que se les presenten, aumentando así las oportunidades de éxito.

Debemos pasar de las palabras a los hechos y hacer sentir que el poder de los jóvenes aún es grande, que en el pasado ese poder ha tenido batallas para liberar un pueblo y que muchos han sido los pioneros en grandes transformaciones de la humanidad, sin la necesidad de renunciar a sus ideales. Por eso hacemos un llamado al Estado para que siga convirtiéndose en el garante y contribuir a la satisfacción de las necesidades de esa juventud y así potencializar su poder para el desarrollo y los mejores intereses del país.

Feliz Día de la Juventud

miércoles, 23 de enero de 2013

Análisis de la Comunicación Gubernamental de Chile Caso: Comisión Defensora Ciudadana




En esta ocasión nuestra segunda entrega de trabajo es un análisis de la Comunicación Gubernamental de Chile, en el caso de la Comisión Defensora Ciudadana de ese país, que nos sirviera para pasar el Cursos Políticas Públicas, Comunicación y Legitimación que impartiera el Profesor Mario Riorda.

INTRODUCCIÓN
Al introducir este trabajo debemos iniciar cual son los protagonistas para conocer algunos detalles del mismo. Primero definimos el primer término, “el defensor del pueblo (a veces nombrado con el término sueco Ombudsman,  comisionado o representante), es una autoridad del Estado encargada de garantizar los derechos de los habitantes ante abusos que puedan cometer los poderes políticos, en su caso, legislativo de ese mismo Estado”1 y el segundo término comunicación gubernamental que es “el proceso de influencia deliberada que un gobierno intenta realizar sobre la opinión pública , la prensa, la oposición, los jueces, los legisladores y otros grupos y actores sociales, con el objetivo,  de volver más eficiente la gestión política”2

A sabiendas que en muchos países latinoamericanos existe el defensor del pueblo nos llamó la atención realizar este trabajo que tiene como objetivo fundamental un breve análisis como caso de comunicación gubernamental de la Campaña “Si no reclamas, nadie se entera” que lleva la Comisión Defensora Ciudadana (CDC) del actual gobierno de la República de Chile. El análisis de no más de 10 páginas se realiza en base a las líneas temáticas desarrolladas en el curso de “Políticas públicas, comunicación y legitimación”, aplicado y sustentado en la bibliografía obligatoria de uno de los escritos del Profesor Mario Riorda, en esta ocasión su libro ‘La Construcción del consenso Gestión de la comunicación gubernamental’; poniendo especial énfasis en el uso de los medios de la campaña invitando a la ciudadanía a que realicen sus reclamos por la vía correspondiente.

Dentro de nuestra parte investigativa, aprovechamos una visita que hicimos a Santiago de Chile y conversamos el Presidente de la CDC, el Lic. Albero Precht, quien nos explicó cuáles son los objetivos de la Comisión así como también las aplicaciones mediáticas en cuanto a la campaña para lograr esos objetivos con los pocos recursos y herramientas que la tecnología le provee.

La demanda o reclamo de la ciudadanía para que sean satisfechas sus necesidades o la solución de un problema específico ha sido siempre una de las características de toda sociedad, pero que el gobierno chileno, en este caso la Comisión Defensora Ciudadana (CDC), sea quien se ponga a disposición y realice una campaña para esto debe de verse con extrañeza y en tal sentido nos interesamos en realizar este trabajo donde presentaremos como elementos de estudio las herramientas de comunicación que utiliza la Comisión y los resultados que han logrado desde su implementación hasta agotar el tercer trimestre del año 2010.


PUNTO DE PARTIDA
Consideramos que la mejor forma de iniciar un análisis de este tipo es la de sumergirnos en forma inmediata en saber cuál es el actor principal en el estudio y cuál es su objetivo, que nos permita apreciar rápidamente el enfoque particular de la campaña implementada.

La Comisión Defensora Ciudadana “es un órgano asesor de la Presidencia de la República de Chile que tiene como misión velar por la defensa y promoción de los derechos e intereses de las personas ante acciones u omisiones de los organismos públicos, en lo relativo a la satisfacción de las necesidades de los ciudadanos frente a la prestación de estos servicios. La CDC debe observar y estudiar la actividad que desarrollan los órganos de la administración del Estado frente a la ciudadanía, y formular sugerencias o recomendaciones a la Presidencia, en pos de la regularidad, continuidad e igualdad en la satisfacción de las necesidades públicas a su cargo”. 3

A sabiendas que la Comisión dentro de su accionar es llegar a acuerdos o en ciertos casos en consensos entre la ciudadanía y el Estado, definamos consenso como nos lo muestra el Profesor Riorda: “Sintéticamente, el consenso es, a los fines de este modelo, la búsqueda de acuerdos políticamente operantes centrados en la idea de que, si bien puede haber (y de hecho probablemente existan) grupos en los márgenes del consenso, o bien fuera de éste, las políticas de un gobierno deben ser aceptadas socialmente por la mayor cantidad de personas”.4

En este análisis queremos colocar a la comunicación gubernamental como un acceso, herramienta o facilidad que le permita al ciudadano utilizar los mecanismos que existen para el reclamo de sus necesidades, aparte de informarse de las acciones que lleva el gobierno en la perspectiva que nos plantea el artículo del Profesor Riorda donde afirma: “unos priorizan la cuestión de los efectos de la comunicación política, como objeto de estudio en tanto manipulación, mientras otros priorizan la efectividad en tanto éxito de la comunicación política”.5
  
 APLICACIÓN AL ESTUDIO
A pesar que no se trata específicamente de la comunicación central del gobierno de Chile, si la Comisión Defensora Ciudadana pertenece directamente a la Presidencia de la República y creemos que la campaña “Si No Reclamas, nadie se entera” desde nuestro punto de vista es un ejemplo que podríamos presentarlo de gran éxito en comunicación gubernamental teniendo en cuenta los pocos recursos económicos que maneja, pero que no cohíbe a sus actores en ser creativos y buscar las alternativas para llegar a sus metas.

De palabras del presidente de la Comisión Defensora Ciudadana (CDC), Lic. Alberto Precht, por meses se despliega dicha campaña, con la cual se busca informar a la población sobre derechos y deberes ante los 340 servicios e instituciones públicas de la Administración Central del Estado, e impulsar a la gente para que formalice sus reclamos cuando ha sido víctima de arbitrariedad, burocracia e irracionalidad de la autoridad. Con relación a esto último entendemos básicamente correlacionándolo con lo expuesto por el Profesor Riorda, cito: “lo que se pretende es que la gente pueda interpretar los actos de acuerdo a los intereses o a las definiciones que de manera previa o posterior se vayan instalando desde el gobierno mediante su comunicación”.6

Vemos que el slogan o nombre de la campaña elegido está bien diseñado, es corto, fácil de recordar, con vida útil larga, es uno y único, y en muy pocos momentos se personaliza con un funcionario del gobierno, ya sea este el Presidente de la República o el presidente de la CDC. Hacemos esta observación ya que el Prof. Riorda nos citó varios casos en ese sentido en el desarrollo de las clases además de especificarnos que una campaña gubernamental debe tener un solo slogan, a diferencia de una campaña electoral que podría tener hasta 4 con o sin conexión entre ellos.

El Lic. Precht nos dice: “que en principio, esta campaña ¨pro reclamo¨ fue mirada con extrañeza por algunos, pues resulta inhabitual que alguien –precisamente una autoridad- invite a reclamar contra las instituciones del gobierno. Por particular que parezca, el foco es absolutamente lógico y de sentido común, pues el reclamo es (luego de una posibilidad de ayudar puntualmente a una persona afectada) una rica fuente de información. O sea, detrás de una denuncia suele develarse una situación anómala que afecta a muchas otras personas, pero lo habitual, según consta en la Encuesta de Derechos Ciudadanos, es observar que abunda en algunos sectores de la población una cultura ¨anti reclamo¨, basada en la creencia de que reclamar es inconducente”.

Por eso al categorizar el tipo de comunicación gubernamental que se implementa en la campaña “Si no reclamas, nadie se entera” podríamos colocarla en dos tipos de comunicación: en el tipo de “comunicación de estilos de vida, donde están relacionadas íntimamente con la calidad de vida y los valores asociados a ella”7  y que al final sus resultados se cuantifican y es combinada el segundo tipo de una “comunicación centrada en hechos, donde es claro que este tipo corresponde a la evidencia empíricamente verificable”8

Siguiendo con la conversación con el Lic. Precht, nos llegó la curiosidad de cuáles son las plataformas de comunicación que ellos utilizan para implementar la campaña a lo que nos respondió: “que gracias al avance de la tecnología específicamente su página web www.comisiondefensoraciudadana.cl y a las redes sociales, tanto en Facebook (www.facebook.com/defensorchile) como Twitter (@defensorchile) han podido llegar a mas usuarios, pero que además de eso tienen programadas una serie de visitas a medios de comunicación, tanto escrita, radial como televisiva (publicity), donde aprovecha promocionar la campana en medio de una entrevista, declaración, nota de prensa o conferencia de prensa; y que la pregunta que más le hacen los entrevistadores de esos medios de comunicación es: que es lo que más pide el ciudadano? dando su respuesta de costumbre es que la mayoría de las personas solo pide trato amable de los funcionarios”.

Sumado a esto poseen una campaña de prensa escrita donde sale el recuadro de la campaña y su cuenta de twitter en los diarios del país esporádicamente que también es colocada en varias páginas web de instituciones públicas que con un click tiene acceso directo a la cuenta; así como pautas radiales que en muchas ocasiones son colocadas a bajo costo por las estaciones tradicionales y gratuitas en las estaciones comunitarias en diferentes partes del país.



Pauta Radial

Voz mujer:                Como van a mejorar las cosas si una se queda callada?

Voz hombre:              Claro pues, si no reclamas, nadie se entera

Voz locutor 1:            Acude a las oficinas de informaciones, reclamos y sugerencias de los servicios públicos. Si no recibes respuesta o está desconforme, la Comisión Defensora Ciudadana gestiona gratis la solución a tu reclamo. www.comisiondefensoraciudadana.cl . Teléfono 02 694 5804

Voz cantante:            Si no reclamas, nadie se entera

Voz locutor 2:            Gobierno de Chile, Comisión Defensora Ciudadana

Igualmente, han publicado varios afiches oficiales de la CDC en algunas calles de las ciudades y en oficinas públicas que promocionan la campaña con una breve explicación de cómo realizar tu reclamo o consulta.
  
Además de esas plataformas de comunicación se utilizan afiches informativos que son repartidos en distintos puntos del país como son los balnearios, así como también visitas periódicas a cárceles penales y otras instituciones donde puede tener interacción con los ciudadanos.

Es probable que en Chile sean demasiado dados a la caricatura y al juicio reduccionista sobre instituciones, personas o cosas, y es así como el juicio opera como clausura de la percepción sobre la materia: Primero se generaliza la opinión adversa; luego se descarta para siempre la posibilidad de una opinión compleja o diferente de la primera. En efecto, ¿Quién se da el trabajo de distinguir entre este y aquel servicio público? Es más fácil decir que tal gobierno es ¨malo¨ o es ¨bueno¨ (o sea, meter a todos dentro del saco), sin atender a la complejidad del Estado ni a las falencias asociadas al sectorialismo de temas y problemas. Y para el partido en gobierno, que está demás decir que quiere mantenerse en el poder tenemos que recordarles que “sabiendo que si bien el poder coercitivo es un atributo de la autoridad, nunca un sistema político democrático podría sostenerse un largo tiempo con la fuerza solamente”. 9

Según el Lic. Precht, la noción de la campaña  Si no reclamas, nadie se entera está inspirada en la invitación del Presidente Sebastián Piñera a instaurar una cultura de hacer las cosas bien y con respeto. Siempre diciendo la verdad a la gente, nunca cerrando una ventanilla. El objetivo es continuar con lo bueno y abrir camino hacia aquello que no se ha hecho, como ampliar la atención más allá de Santiago e inyectar en el Estado la noción de que el reclamo no es algo de temer, sino una fuente de información para corregir procesos de gestión y mejorar la atención al público. Aquí podríamos traspolar para una futura campaña electoral lo que nos dice el Profesor Riorda que “una mala gestión de gobierno prácticamente garantiza un voto de castigo al oficialismo. Pero una buena gestión de gobierno no necesariamente garantiza un voto premio al oficialismo10

No está demás decir, por obvio que parezca, que el Estado no es omnisapiente y una de sus deficiencias radica, no en la homogeneidad de todas sus partes, sino en la falta de coordinación entre ellas. Esa característica es precisamente la que refuta el juicio generalizante. Más aun, la experiencia muestra que en algunas partes del Estado la gente no reclama tanto por la no prestación objetiva de un servicio o el incumplimiento de un derecho legamente consagrado, sino a incompetencias emocionales, como cuando el funcionario no se identifica con su nombre, no sonríe, es cortante en el trato, etc. Por todo esto que lo podemos visualizar dentro de lo que se entiende, según el Profesor Riorda, por “gubernamentalidad como las acciones que derivan en nodos transversales que, a modo de recomendación, permeen todas las dimensiones de un gobierno, con el objeto de obtener capacidad institucional y condiciones de gobernabilidad que doten a las gestiones” debe existir la parte humana de los actores que hacen que el ciudadano se sienta como tal”.11.

En el contexto de este modelo, “la comunicación política entendida como gubernamentalidad permite reducir las tensiones irresolubles entre las demandas de la ciudadanía y la posibilidad de respuesta de los gobiernos, al menos desde lo que la comunicación política puede aportar en beneficio de la gestión y, mucho más aún, de los ciudadanos”12.

De lo relativo a las incompetencias emocionales deviene el imperativo de la sinergia (el resultado de la acción conjunta de dos o más causas tiene un efecto superior a la sumatoria de las partes), principio sistémico que queremos transformar en un ingrediente cotidiano de la gestión. La mirada final está puesta en evitar que la ciudadanía se retire sin la respuesta que buscó en el Estado, a causa de la burocracia o el desconocimiento de las funciones que realizan las demás reparticiones públicas. La idea es además potenciar aquellas labores similares en reparticiones diferentes, y avanzar en la interoperabilidad en el Estado, pues asumimos que detrás de un solo reclamo se esconde muchas veces un problema mayor, no abordable en la lógica del caso aislado, común en discursos de reparticiones públicas.

Por eso citamos que “de los modos de comunicación y riesgos del gobierno citamos que la demanda de la ciudadanía siempre es alta y amplia, por lo cual corresponde un reflexión que permita comprender cabalmente este planteo: toda opción de política pública lleva implícita una seria de ‘no opciones’, o de ‘no políticas públicas’. Ello implica que siempre habrá demandas insatisfechas hacia un gobierno, según las expectativas que este genere, sobre todo si el apoyo que recibe es bajo”.13

En tal sentido, presentamos cuales son los procedimientos que utiliza la CDC

En casos de los reclamos o quejas:
  • Una vez ingresado su reclamo un abogado de nuestra oficina analizará su caso y revisará si es admisible (revise en el párrafo anterior la competencia de la Comisión). En un plazo no superior a 4 dias laborables enviará acuso de recibo solicitando los documentos que usted tenga para apoyar la presentación de su queja frente a un servicio público determinado, o bien informándole que se trata de un asunto fuera del alcance de la Comisión y orientándole los pasos a seguir. 
  • Como procedimiento general, una vez que tenemos los antecedentes que respaldan su inconformidad, procedemos a enviar un oficio al organismo requerido dónde solicitamos una opinión o pronunciamiento respecto al reclamo, esperando en un plazo aproximado de 10 días un pronunciamiento. 
  • Es importante que usted sepa que no tenemos facultades para obligar al organismo reclamado a acoger nuestra petición. Esta es una Comisión Asesora y no una instancia de sanción. 
  • En casos de negativa por parte del organismo involucrado, analizamos los motivos y si son infundados o arbitrarios damos a conocer nuestra apreciación al Presidente de la República para que pueda evaluar la situación.  
  • Finalmente, la comisión elabora y envía un informe trimestral al Presidente de la República donde reporta las situaciones problemáticas, la calidad de las respuestas de los servicios públicos a los ciudadanos y propone recomendaciones y sugerencias

En el caso de las sugerencias o consultas:
En un plazo no superior a 48 horas acusamos recibo de su sugerencia o consulta, derivando su inquietud al servicio público que corresponda o respondiendo según sea el caso, personalmente, por mail, fax o telefónicamente.


Resultados cuantitativos

Para  analizar los resultados cuantitativamente hablando citamos lo que nos dice el Profesor Riorda como el segundo supuesto básico de comunicación gubernamental, el de políticas de acceso a la información: “se pretende enfatizar que todo lo que se proponga como comunicación gubernamental tiene un correlato paralelo de información, como garantía irrenunciable de veracidad a través de datos fidedignos de manera paralela a la comunicación del gobierno, que en su ejercicio mayoritario, transcurre a través de la publicidad de gobierno o en declaraciones de los propios gobernantes, y sin las cuales carecería del más mínimo sentido democrático su aplicación”14  y a esto le recordamos lo dicho sobre la comunicación de hechos aplicada a la campaña  Si no reclamas, nadie se entera.

 En el tercer trimestre de 2010, el 98.5% de las 1323 mediaciones realizadas por la CDC ante los servicios públicos obtuvo respuesta, y 1.45 (17 personas) no obtuvo contestación en el plazo fijado por la Ley de Procedimientos Administrativos.

Un incremento de 110% registran las presentaciones ciudadanas (consultas, reclamos y solicitudes) atendidas por la CDC en el trimestre julio-septiembre de 2010, en comparación con igual lapso de 2009 (630 casos). Lo anterior, a causa de la campaña Si no reclamas, Nadie se entera, que lleva adelante el organismo para propiciar la participación ciudadana en los espacios de reclamo en los 340 servicios públicos de la administración central del Estado (las Oficinas de Informaciones, Reclamos y Sugerencias y la propia CDC), y que se fija como objetivo duplicar la cantidad total de presentaciones en 2010.

Entre julio y septiembre, las prerrogativas más invocadas por la ciudadanía son: Derecho a petición (20%), Derecho a prestación de seguridad social (15%) y Derecho a recibir respuesta en tiempo prudente (13%). En cuanto a medio de ingreso de las presentaciones a través de internet entre julio y septiembre del año en curso alcanzaron el 53.2% (702 casos) del total de este trimestre, mientras que en igual periodo de 2009 se registró 25.1% (158 casos).

“Las presentaciones de la Región Metropolitana representan el 61.07% versus el 38.98%. Esto ha llevado a que la CDC se fije el objetivo de iniciar acciones tendentes a que las atenciones totales sean más proporcionales a la distribución de la población nacional. Como es habitual a causa de la naturaleza de sus prestaciones, el sector Trabajo y Previsión Social y el de Salud encabezan la lista de los más requeridos por la ciudadanía. Sin embargo, se observa una notable baja de las presentaciones sin respuesta, como se muestra en los gráficos. Por institución específica, los organismos del Estado con más presentaciones son: Comisión Médica, Preventiva e Invalidez y Municipalidades” 15 .


CONCLUSIÓN

Por lo antes expuesto en este breve análisis de la campaña comunicacional Si no reclamas, nadie se entera, de la Comisión Defensora Ciudadana del Gobierno de la República de Chile, pudiéramos establecer varias conclusiones que irían acordes con los materiales que nos suministrara el Profesor Mario Riorda para el desarrollo del mismo que se pueden sustentar como afirmaciones, las cuales son:

1._ Confirmamos que es más aceptable en la sociedad una comunicación gubernamental amigable donde se coloca como protagonista a la ciudadanía que a los gobernantes, en que muchos casos quieren que su figura se resalte.

2._Aunque los recursos económicos en cualquier plan de comunicación es una de las piezas claves, en el caso en estudio la creatividad de los actores para llevar a cabo el mensaje sobresalió como herramienta indispensable para su sustento.

3._Una vez más se demuestra que la brecha digital y el desarrollo tecnológico hace posible que los gobernados y los gobernantes se entrelacen para hacer más llevadera una comunicación de retroalimentación en la ejecución de sus acciones.

4._La efectividad de la campaña no es medida por la cantidad de caracteres que posee el nombre de la misma, en este estudio se ve que un nombre corto, sencillo, de fácil recordación pero que lleve el espíritu de lo que se quiere comunicar es tan eficiente como la campaña en su conjunto lo sea.



2 Véase García Beaudoux, Virginia; D‘Adamo, Orlando; Slavinsky, Gabriel: Propaganda gubernamental, Buenos Aires, La Crujía, 2011, p.168
3 Véase Tercer Informe Trimestral del 2010 de la Comisión Defensora Ciudadana, p.4
4 Véase Elizalde, Luciano; Fernández, Damián; Riorda, Mario: La construcción del consenso, Gestión de la comunicación gubernamental, Buenos Aires, La Crujía, 2006, p.20
5 Véase Elizalde, Luciano; Fernández, Damián; Riorda, Mario: La construcción del consenso, Gestión de la comunicación gubernamental, Buenos Aires, La Crujía, 2006, p.21 
6 Véase Elizalde, Luciano; Fernández, Damián; Riorda, Mario: La construcción del consenso, Gestión de la comunicación gubernamental, Buenos Aires, La Crujía, 2006, p.25
7 Véase Elizalde, Luciano; Fernández, Damián; Riorda, Mario: La construcción del consenso, Gestión de la comunicación gubernamental, Buenos Aires, La Crujía, 2006, p.120
8 Véase Elizalde, Luciano; Fernández, Damián; Riorda, Mario: La construcción del consenso, Gestión de la comunicación gubernamental, Buenos Aires, La Crujía, 2006, p.119 
9 Véase Elizalde, Luciano; Fernández, Damián; Riorda, Mario: La construcción del consenso, Gestión de la comunicación gubernamental, Buenos Aires, La Crujía, 2006, p.18
10 Véase Elizalde, Luciano; Fernández, Damián; Riorda, Mario: La construcción del consenso, Gestión de la comunicación gubernamental, Buenos Aires, La Crujía, 2006, p.18
11 Véase Elizalde, Luciano; Fernández, Damián; Riorda, Mario: La construcción del consenso, Gestión de la comunicación gubernamental, Buenos Aires, La Crujía, 2006, p.22 
12 Véase Elizalde, Luciano; Fernández, Damián; Riorda, Mario: La construcción del consenso, Gestión de la comunicación gubernamental, Buenos Aires, La Crujía, 2006, p.22
13 Véase Elizalde, Luciano; Fernández, Damián; Riorda, Mario: La construcción del consenso, Gestión de la comunicación gubernamental, Buenos Aires, La Crujía, 2006, p.42
14 Véase Elizalde, Luciano; Fernández, Damián; Riorda, Mario: La construcción del consenso, Gestión de la comunicación gubernamental, Buenos Aires, La Crujía, 2006, p.35  
15 Véase Tercer Informe Trimestral del 2010 de la Comisión Defensora Ciudadana, p.6


BIBLIOGRAFÍA 
García Beaudoux, Virginia; D‘Adamo, Orlando; Slavinsky, Gabriel: Propaganda gubernamental, Buenos Aires, La Crujía, 2011.

Tercer Informe Trimestral del 2010 de la Comisión Defensora Ciudadana. Santiago de Chile, 2010

Elizalde, Luciano; Fernández, Damián; Riorda, Mario: La construcción del consenso, Gestión de la comunicación gubernamental, Buenos Aires, La Crujía, 2006.


viernes, 11 de enero de 2013

ELECCIONES PRESIDENCIALES DEL 1996 EN REPÚBLICA DOMINICANA



La siguiente entrega es un trabajo que realicé para pasar el curso de "Sistemas Electorales y de Partidos" que impartiera el Dr. Pablo Mieres dentro del cronograma académico de la Maestría en Comunicación Política y Gestión en Campañas Electorales que hice en la Universidad Católica del Uruguay y en esta ocasión fue un breve análisis de los resultados electorales correspondientes al año 1996 en la República Dominicana, tanto en la primera vuelta como en la segunda vuelta.

Recordando que anteriormente a las elecciones a analizar no existía la segunda vuelta electoral hasta ese año el desarrollo del trabajo lo dividiremos en dos partes esenciales. En la primera parte veremos rápidamente una breve evolución de las elecciones antes de 1996 y la segunda parte el análisis de la elección misma de ese año electoral.

Como ejes de análisis consideraremos las directrices que fueron trazadas para realizar el presente trabajo, que son: las reglas electorales, el sistema de partido y el régimen de gobierno existentes en el país seleccionado.

BREVE HISTÓRICO ELECTORAL
Comportamiento Electoral
Después de más de 30 años de dictadura impuesta por Leónidas Trujillo Molina la transición a una forma democrática desde nuestro punto de vista comenzó a manifestarse en las elecciones del 1966, ya que anteriormente a esta fecha el país vivió desde movilizaciones populares, un golpe de estado, gobiernos con turbulencias, promulgaciones de nuevas constituciones hasta una invasión militar de los Estados Unidos.
Para continuar esta breve historia dividiremos en tres períodos el proceso de modernización que vive la República Dominicana luego de la caída de la era trujillista y sus efectos en el sistema de partidos.

En primer lugar, el primer período postruijillista (1961-1965), durante el cual la activación de las minorías urbanas frente a una clase política débil y fragmentada obstaculizó el desgaste o la destrucción de los antiguos compromisos sociales, económicos y psicológicos de la tradicional clase dominante. El resultado fue la existencia de un Estado caracterizado por la intervención no planificada de los militares en la política ante la existencia de regímenes de escasa institucionalización en una sociedad altamente politizada.

En efecto, la incapacidad de los militares de llevar a cabo un nuevo proyecto político que les permitiera organizar el Estado postrujillista y estabilizar la actividad política mediante la militarización, condujo a la formación de gobiernos cívico-militares (consejos de Estado, juntas, triunviratos) caracterizados por la inestabilidad generada por los sucesivos golpes militares que frustraron el proyecto democrático de Juan Bosch y el PRD (1963), y detonaron las insurrecciones civiles que culminaron en 1965 con la intervención militar de los Estados Unidos. Este pretorianismo informe impidió, por una parte, la adopción real de formas democráticas de socialización y conducta, y por otra, el inicio de un proceso económico dirigido a acrecentar la actividad productiva y el bienestar de la sociedad en su conjunto. Factores que impidieron, a su vez, la emergencia de un verdadero proceso de modernización.

Podríamos citar que estas fluctuaciones en la conducción del Estado desde la caída del régimen dictatorial se debieron en un primer período a la forma radical que hizo implementar el Profesor Juan Bosch al asumir su gobierno en 1963, al querer desplazar o destruir los remanentes de la dictadura, iniciando el proceso de modernización que permitiera pasar del antipartidismo a un pluripartidismo moderado. Para aquel momento sus acciones quisieron ofrecer oportunidades a movimientos populares organizarse políticamente pero la oligarquía que aún imperaba y que veían sus interés afectados causó fricciones, incluyendo a la Iglesia por haber legalizado el divorcio y la secularización en la enseñanza.

Por estas razones y otras medidas se produce el golpe de Estado en Septiembre del 1963, dando como resultado gobiernos impuestos por los militares del golpe (1963-1965), que se tuvieron que enfrentar difíciles situaciones económicas y sociales como levantamientos de movimientos de izquierda, situaciones estas que llevaron al país a vivir una inestabilidad política y la intervención militar autóctona y foránea.
Estos factores influyeron a dar el paso a un nuevo período autoritario de corte modernizador encarnado por Joaquín Balaguer (1966-1978) que da inicio al segundo período de modernización en el sistema de gobierno dominicano y en una nueva vertiente, desarrollista y corporativista, dirigida a profundizar dicho proceso de modernización heredado del postruijillismo mediante la estatalización, la urbanización en la pobreza, la represión selectiva y una estabilidad política basada en proyectos excluyentes e incluyentes que combinaron la conservación del antiguo orden con programas expansionistas.

Balaguer construyó un régimen represivo de hegemonía competitiva que despojo el derecho a participar de una gran parte del significado real que tiene en los países donde existe la opción al debate público. La garantía del derecho a la participación mediante elecciones nominales en las que se negaba a la mayoría el derecho a oponerse, una práctica de gobierno decretista y patrimonialista, y una actividad partidista movimientista (organicista y personalista), fueron los principales mecanismos de legitimación del nuevo modelo autoritario.

Ya para el 1978 las elecciones continuaron el desarrollo del actual proceso de democratización, en el cual, la debilidad del sistema político ha convivido con una importante crisis económica y con la creencia por parte de los sectores políticos de que Balaguer ya no estaría más en el espectro electoral dio a una institucionalidad de cuasi polipartidismo que fue afectado en su desarrollo por deficiencias en el sistema político para un verdadero proceso de pluralización que permita consolidarse. Los gobiernos que han tenido vigencia desde entonces se han caracterizado por ser de tipos casi poliárquicos, caracterizados por la fragilidad del sistema representativo (participación) y una práctica del debate público (oposición) generalmente abierta y constante.

Los rasgos que definen el carácter casi o seudo de la poliarquía dominicana, no superados por el PRD durante sus dos períodos de gobierno con Antonio Guzmán (1978-1982) y Salvador Jorge Blanco (1982-1986), fueron magnificados por la naturaleza gerontrocratica y delegativa de los gobiernos de Joaquín Balaguer (1986-1990. 1990-1994, 1994-1996). La avanzada edad de Balaguer y su rechazo a la sucesión mediante una práctica electoral fraudulenta y un estilo de gobierno decretista y patrimonialista crearon una crisis de alternabilidad en el liderazgo político tradicional que ha dejado un precario balance institucional de cara al próximo milenio.

A mediados de los años noventa, la larga fase de incertidumbre e inestabilidad del sistema político dominicano empezó a tocar fondo cuando la crisis electoral de 1994 forzó la realización de la primera reforma a la Constitución no consensuada de 1966, como consecuencia de la cual, la última presidencia de Balaguer fue acortada a dos años (1994-1996) y la prohibición de la reelección inmediata frustró sus aspiraciones presidenciales en las elecciones de 1996.

Y es precisamente en 1996 donde ubicamos el inicio del tercer período en la modernización del sistema de gobierno y su sistema electoral, ya que se implementaron nuevas reglas para la celebración de las elecciones además de ciertas decisiones políticas en el momento para la continuación del Estado Dominicano; razones por las cuales quisimos analizar en este trabajo las elecciones presidenciales en ese año.

Sistemas de gobierno
El sistema de gobierno de la República Dominicana ha experimentado cambios a lo largo de los 38 años de transiciones (semi) autoritarias y (semi) democráticas desde las elecciones de 1962 hasta el día de hoy, pero en este trabajo nos concentraremos más bien en las elecciones de 1996, haciendo un repaso rápido de lo acontecido en esos 38 años.

Los primeros intentos de democratización que tras el asesinato de Trujillo (1961) permitieron la celebración de elecciones competitivas de 1962; luego en las elecciones de 1966 se estableció el gobierno semiautoritario de Joaquín Balaguer por doce años (1966-1978), durante el cual, la negociación del derecho a la participación política tuvo lugar mediante la celebración de elecciones rituales 1970 y 1974; y en las elecciones de 1978 se estableció una semidemocracia. En los procesos celebrados desde la 1978 la existencia real o virtual del síndrome del fraude ha sido un factor determinante en la continuidad de las prácticas autoritarias del pasado que modelaron un régimen cuasipoliarquico, caracterizado por la existencia de una cultura política hibrida, autoritaria-democrática, que se ha resistido al cambio amparada en la Constitución autocrática de 1966, esto continuó visualizándose más adelante desde las elecciones de 1978, en 1982, en 1986 con el retorno de Balaguer al poder y continuando venciendo en las elecciones en 1990 y en 1994, estas últimas que desataron una crisis postelectoral y política en el país.

ELECCIONES DE 1996
Reglas Electorales
La fragilidad del sistema electoral y la escasa institucionalización de los partidos son las características más sobresalientes de la competencia política en la democracia dominicana, cuyos rasgos más comunes son: la débil autonomía de los órganos electorales, la sobrerrepresentación parlamentaria de las provincias con escasa población, la escasa representación de los municipios que promueve su fragmentación, la ausencia de una disposición legal que regule su organización interna, variables que se fueron y siguen mejorándose al transcurrir el tiempo.

Pero para las elecciones de 1994 fue donde se desato la más reciente crisis en materia electoral que ha experimentado la República Dominicana por enfrentamientos entre los partidos protagonistas, donde el tema central fue el fraude realizado por el partido de Gobierno para perpetuarse en el poder. Como resultado de dicha crisis se realizaron los aprestos para solucionarla, de manera que no causara traumas al país y se concretó con la firma del “Pacto por la democracia” quizás el último cambio de político de relevancia que tuvo lugar con la reforma parcial de la Constitución de 1966 en 1996.

Los cambios más importantes introducidos por dichas reformas y con los que se realizó celebración las elecciones de 1996 fueron: 1) la celebración de elecciones presidenciales separadas cada dos años de las legislativas y municipales a partir de la elección presidencial extraordinaria de 1996; 2) la prohibición de la reelección presidencial consecutiva; 3) la celebración de una segunda vuelta electoral en caso de que ninguna de las candidaturas obtenga la mayoría absoluta (50% + 1) en la primera vuelta; 4) la creación de los colegios electorales cerrados; 5)el otorgamiento de autonomía administrativa y presupuestaria a la Suprema Corte de Justicia; 6) la creación de la carrera judicial y el Consejo Nacional de la Magistratura para la designación de los jueves de la Suprema Corte y el reconocimiento de capacidad a esta para elegir los demás jueces del sistema judicial; 7) el otorgamiento de facultad de la Suprema Corte para conocer por vía directa la constitucionalidad de las leyes; 8) el aumento de cinco a un mínimo de nueve Cortes de Apelación; 9) la financiación pública de los partidos políticos; 10) una cuota obligatoria del 25% de las mujeres en los cargos electivos a nivel nacional y municipal.

Comportamiento del Voto y Sistema de Partido
Desde los primeros intentos de pluralismo político que siguieron a la quiebra del antipartidismo trujillista, la participación electoral ha experimentado cambios significativos. La bipolarización del voto definió las elecciones de 1962 (Partido Revolucionario Dominicano y la Unión Cívica Nacional) y las elecciones de 1966 (Partido Revolucionario Dominicano y Partido Reformista). La concentración del voto por el Partido Revolucionario Dominicano fue la característica esencial de las elecciones de 1970 y 1974 durante el régimen autoritario de Balaguer. La bipolarización (Partido Revolucionario y Partido Reformista) caracterizó las dos primeras elecciones de la recuperación democrática (1978 y 1982). En las elecciones de 1986 se produjo una importante fragmentación del voto (Partido Reformista que pasó a ser Partido Reformista Social Cristiano, el Partido Revolucionario Dominicano y el Partido de la Liberación Dominicana) que se volatilizó en 1990 (Partido Reformista Social Cristiano PRSC, Partido Revolucionario Dominicano PRD, Partido de la Liberación Dominicana PLD y Partido Revolucionario Independiente PRI).

En las elecciones de 1994 la concertación de alianzas por los partidos mayoritarios permitió el retorno a la bipolarización (PRD y PRSC) y la concentración del voto. En las elecciones 1996 los partidos mayoritarios reforzaron la concertación de alianzas y, a pesar del establecimiento de la doble vuelta que dividió la primera votación entre los tres partidos mayoritarios (PRD, PLD y PRSC), se mantuvo un alto nivel de bipolarización (PRD y PLD) que determinó unos resultados muy cerrados.

Los cambios en la distribución del voto han transformado a su vez el sistema de partidos en diferentes periodos: bipartidismo (1962 y 1966); hegemónico casi competitivo (1966-1978); bipartidismos (1978-1986); multipartidismo de tipo pluralista moderado disfrazado (1986-1996) que luego pasó a un pluripartidismo real fruto de la coalición en 1996 liderada por el Partido de la Liberacion Dominicana gracias al respaldo de Balaguer a través de la coalición del Partido Reformista Social Cristiano.

Los cargos electivos
Los cargos electivos consagrados por la Constitución mediante voto popular son: presidente y vicepresidente de la República, senadores y diputados en el Congreso Nacional, síndicos y regidores con sus suplentes en los Ayuntamientos. El presidente a su vez es Jefe de Gobierno y Jefe del Estado.
En las elecciones celebradas desde 1966 hasta 1994 se eligieron de manera conjunta los representantes a los cargos nacionales, provinciales y municipales para un período de cuatro años. La elección del presidente y el vicepresidente se hace por mayoría simple en una circunscripción única que incluye todo el territorio nacional.

Con arreglo a las reformas introducidas a la Constitución en 1994, a partir de 1996 la elección presidencial se hace de forma separada de la congresional y la municipal, mediando un período de dos años entre la elección presidencial y la congresional y municipal. Se estableció la mayoría absoluta del 50 por ciento en la elección presidencial y, en cado de no obtenerse, una segunda elección cuarenta y cinco días después de celebrada la primera entre los dos candidatos que hayan obtenido el mayor número de votos en la primera vuelta.

El sistema de doble vuelta ha sido defendido por algunos y criticado por otros. Su implantación fue hecha en base a la idea de establecer un sistema de votación más representativo, que reemplazara la votación única por mayoría simple que, junto a la reelección, había constituido la base institucional del fraude electoral. No obstante, este sistema posee ciertas fallas que contribuyen a fortalecer la naturaleza decretistas o delegativa del presidencialismo; a)la preservación del mito del mandado presidencial debido al excesivo sentido de poder de un ejecutivo conformado por una mayoría absoluta; b)el eventual desequilibrio entre un ejecutivo inflado de una autoridad aparente surgida de la mayoría simple en la segunda ronda y una débil representación congresional de su partido, o que impide al ejecutivo consolidar su proyecto de gobierno frente a la existencia de un congreso hostil.

Desde el inicio en 1978 del proceso de poliarquización, la función de contrapeso del Ejecutivo que deben ejercer los órganos parlamentarios ha sido siempre puesta en duda, ya que estos han servido más bien de caja de resonancia del Ejecutivo. La existencia hasta las elecciones de 1994 de un sistema electoral que supeditaba la elección de los miembros del Senado y de la Cámara de Diputados a la candidatura presidencial, ha promovido la dependencia clientelar de esos hacia el candidato a la presidencia, con lo cual, los aspirantes a cargos electivos suelen estar más interesados en ganarse el favor del jefe del partido o en acceder a determinados mecanismos de control partidario que a comprometerse con planes específicos frente a sus electores. Situación que mantenía a lo largo del ejercicio parlamentario, de ahí que no era casual que legisladores que no sometieron durante su periodo ni siquiera un proyecto de ley, puedan ser reelegidos apoyados exclusivamente en las estructuras burocráticas de sus respectivos partidos. Es probable que los cambios introducidos a la Constitución en la reforma de 1994, la elección del presidente y los miembros del Congresos mediante dos procesos distintos elimine gradualmente el tradicional factor de arrastre de la candidatura presidencial.

Sistema de Votación
En las elecciones de 1996, luego de pasar por diferentes tipos de boletas, la boleta múltiple fraccionada, la boleta única, la boleta de triple rayado, y el sistema de boletas múltiples, y los problemas técnicos creados por la tardanza, fueron superados debido a la intensa campaña de educación al votante auspiciada por la Junta Central Electoral a través de los medios de comunicación. El principal desafío fuera la aplicación del sistema de colegio electoral cerrado, que limitó la inscripción de los votantes en las mesas electorales a un horario específico a partir del cual se cerraba el proceso de inscripción y se empezaba la votación. Las mujeres se inscribieron por la mañana de 6:00 a 8:30 am y los hombres por la tarde de 1:00 a 3:30pm. Inmediatamente después de la inscripción se procedió al proceso de votación, que para las mujeres empezó a las 8:30am y termino a la 1:00pm y para los hombres empezó a las 3:30pm y termino a las 6:00 pm.
Se temió que la rigidez y lentitud del colegio cerrado produjese un alto índice de abstención, sobre todo entre las madres solteras, trabajadoras domésticas, enfermeras, empleadas de hostelería, choferes, vigilantes y sectores medios poco acostumbrados a las filas y a la espera. No obstante, la vocación democrática de la población y el alto nivel de civilidad, unidos al despliegue humano hecho por la JCE evitaron un alto índice de abstención. En efecto, en las elecciones presidenciales de 1996 la abstención fue de 21.37% en la primera vuelta y 23.2% en la segunda vuelta que, aunque sobrepasó en casi un cincuenta por ciento el nivel de 1994 (12.55%), fue inferior a la de 1990 (39.77%), 1986 (27.77%) y 19982 (26.11%) y similar a la de 1978 (23.64%).

Competencia electoral 1996
Ya para el 1996 la bipolarización se trasladó entre el PLD y el PRD y fue el resultado de importantes factores: 1) El desplazamiento del PRSC a un tercer lugar como resultado de la salida de Balaguer de la arena electoral a raíz de la reforma constitucional que prohibió la reelección inmediata; 2) la falta de apoyo de Balaguer al candidato presidencial de su partido, Jacinto Peynado, que debilitó notablemente los votos reformistas en la primera vuelta; 3) el respaldo público de Balaguer al candidato presidencial del PLD, Leonel Fernández, mediante el pacto patriótico firmado con Bosch que determino el triunfo de Fernández frente a Peña Gómez en la segunda vuelta, al sumarle el PRSC un 12.31% al total de votos alcanzado por el PLD en la primera vuelta (38.94%), lo que le permitió superar al PRD por una diferencia del 2.5% de los votos.

Estas elecciones fueron importantes para la República Dominicana desde el inicio de la transición política del antipartidismo trujillista al pluralismo moderado de partidos y las primeras celebradas mediante el sistema de doble vuelta. Se mantuvo la tendencia hacia la bipolarización (80% en la primera vuelta), típica de los procesos de 1966 (93%), 1978 (95%), 1982 (86%) y 1994 (84%), pero más cercana a la polarización del proceso electoral de 1994, solo que esta vez se enfrentaron el PRD y el PLD que mantuvieron un pulso muy cerrado en la primera vuelta (PRD 41.6% y PLD 38.94%) y en segunda ronda (PRD 48.71% y 51.25%).
La primera ronda tuvo lugar el 16 de mayo y los principales candidatos a la presidencia y a la vicepresidencia fueron: Jacinto Peynado y Maribel Gassó por el Partido Reformista Social Cristiano, José Francisco Peña Gómez y Fernando Álvarez Bogaert por el Partido Revolucionario Dominicano y aliados, y Leonel Fernández y Jaime David Fernández por el Partido de la Liberación Dominicana. Jacinto Peynado quedó fuera de competencia al haber alcanzado solo el 14.99% de los votos en la primera vuelta, quedando Peña Gómez, con 45.93% de los votos y Fernández con 38.94%. La segunda ronda por mayoría simple se celebró el 30 de Junio: el candidato ganador fue Leonel Fernández con el 51.25% del PLD contra un 48.75% de José Francisco Peña Gómez del PRD.


CONCLUSIÓN
Como ya observamos en el desarrollo de este trabajo la República Dominicana en materia de sistemas electorales, de gobierno y de partidos ha experimentado a lo largo de su historia diversos cambios. Pudimos apreciar en el análisis que en las elecciones del 1994 a raíz de la crisis postelectoral por los cuestionamientos de los adversarios al partido ganador, dieron origen a una transformación en el conjunto de las reglas que garantizaron mediante el voto la estabilidad democrática, la transparencia electoral y el respeto al mandato popular, además de una serie de medidas políticas que también colaboraron a dicha estabilidad.

Estas nuevas reglas o transformación de las existentes y las medidas políticas dieron como resultado a que se celebraran elecciones del 1996 y por eso nos llamó la atención realizar este estudio.

Podemos concluir que a partir de estas elecciones de 1996 la República Dominicana vive en los actuales momentos cierta estabilidad que se han reflejado en las elecciones subsiguientes a las de ese año, donde el presidencialismo en la forma de gobierno continua sigue siendo lo más atractivo en materia electoral y donde la separación de las elecciones parlamentarias de las presidenciales han mostrado cierta distancia en la llamada votación de arrastre, lo que ha llevado a los partidos a buscar líderes locales con apoyo popular que representen sus intereses.

Por último y no por ser lo menos importante la República Dominicana después de esas elecciones mejoró considerablemente la independencia que la Junta Central Electoral, órgano encargado del montaje de las elecciones, no tenia en años electorales y los líderes de opinión y la propia ciudadanía han depositado su absoluta confianza, sin olvidarnos que siempre habrán quienes estarán cuestionado el trabajo de la misma.


BIBLIOGRAFÍA
ALCANTARA SAEZ, Manuel
1999 “Sistemas Políticos de América Latina: México, América Centra y el Caribe” Volumen II, Editorial Tecnos, España, pp. 411-441.

JIMENEZ POLANCO, Jacqueline
1999 “Los Partidos Políticos en la República Dominicana: Actividad Electoral y Desarrollo Organizativo, Editora Centenario S.A., Santo Domingo, República Dominicana, pp. 101-177 y 276-281.

MIERES, Pablo
2008 “Las Elecciones Parlamentarias en América Latina a Comienzos del Siglo XXI, Jurado Nacional de Elecciones, Lima, Perú, pp.120-125.

CONSTITUCION DOMINICANA
1994, Congreso de la Republica Dominicana,
Santo Domingo, República Dominicana.

PAGINAS DE INTERNET
Cámara de Diputados de la Republica Dominicana
www.camaradediputados.gov.do

Junta Central Electoral
www.jce.do

Senado de la Republica Dominicana
www.senado.gob.do